Cómo ocurrió el robo de auto en la escuela

Robo de auto en la puerta de la escuela

Hoy viví un momento aterrador cuando presencié un robo de auto en la puerta de la escuela. Siempre pensé que la seguridad en Argentina no era tan buena como en Corea, pero que al menos era mejor que en algunos países de Europa en cuanto a robos menores. Incluso había escuchado a turistas brasileños decir que aquí se sentían mucho más seguros.

Sabía que los hurtos eran comunes, pero también tenía la impresión de que, en la mayoría de los casos, si entregabas tus pertenencias, los ladrones no te hacían daño. Además, aunque había escuchado historias de conocidos que sufrieron robos, nunca me había pasado nada así… hasta hoy.

El asalto en la puerta del colegio

A las 5 de la tarde, la hora de salida de clases, la zona frente a la escuela se llena de autos y padres esperando a sus hijos. Como siempre, llegué con tiempo y esperé dentro del auto hasta que fuera momento de salir. A las 4:45, mientras guardaba el teléfono en mi bolso para bajarme, un grito desgarrador rompió la calma.

Mi corazón se aceleró. Giré rápidamente la cabeza y vi a una madre con su hija pequeña siendo arrojadas fuera de su auto por un ladrón. El hombre intentaba robar su vehículo justo cuando ella acababa de estacionar.

En cuestión de segundos, el pánico se apoderó del lugar. Varios padres comenzaron a gritar y llamar a la policía. Algunos hombres intentaron detener al ladrón, pero tenía un arma, lo que los hizo retroceder.

El impacto y la desesperación

El ladrón se subió al auto, dio marcha atrás y aceleró para escapar. Pero en ese proceso, atropelló a la madre y a su hija.

Las dos fueron lanzadas varios metros por el impacto. Los gritos de la gente se intensificaron y yo, dentro de mi auto, me quedé completamente paralizada.

El ladrón también pareció sorprendido por lo que había hecho. Por un instante, se quedó quieto sin saber qué hacer. En ese momento, algunos padres corrieron para auxiliar a las víctimas. Uno de ellos cargó a la niña y la llevó a la vereda, mientras otro intentaba levantar a la madre.

Pero cuando parecía que lo atraparían, el ladrón abrió la puerta y salió corriendo.

Apenas unos segundos después, de repente, vi otro auto chocar contra un muro a toda velocidad.

El segundo robo y el caos total

Los gritos aumentaron. ¡El ladrón había robado otro auto para huir!

No podía creer lo que estaba viendo. ¿Cómo es posible que, en un lugar lleno de padres y niños, alguien tenga la audacia de robar no uno, sino dos autos en minutos?

La gente, furiosa, empezó a arrojarle piedras, ramas y hasta botellas. Pero el auto seguía avanzando, tambaleándose.

En ese momento, el vehículo comenzó a dirigirse hacia mi auto.

Mi mente se quedó en blanco. ¿Me va a chocar? ¿Notará que estoy dentro? ¿Podría hacerme algo? No podía moverme, solo observaba con miedo mientras el auto se acercaba más y más.

Por suerte, pasó justo al lado y, mientras se alejaba, varias personas lograron tomar fotos de la matrícula.

Pocos minutos después, llegó la policía. Pero el ladrón ya se había escapado.

El desenlace: alivio y preocupación

Después del caos, supe que la madre y la niña atropelladas eran parte de la comunidad escolar. La dueña del primer auto robado era madre de un estudiante de sexto grado, mientras que la dueña del segundo auto era madre de un niño de segundo grado. Lo más impactante fue enterarme de que ella era policía.

No se resistió porque el ladrón tenía un arma y, en su huida, incluso disparó un tiro al aire. Yo estaba tan en shock en ese momento que ni siquiera escuché el disparo.

Cuando finalmente llamé a mi esposo para contarle lo que había pasado, mi voz temblaba y mis piernas no dejaban de sacudirse.

Afortunadamente, la madre y la niña atropelladas no sufrieron heridas graves, aunque tenían cortes en la cabeza y sangraban.

¿Y ahora qué?

Después de este incidente, muchos padres coincidimos en que no es culpa del colegio, pero la seguridad en los horarios de entrada y salida debe mejorar.
Algunos piensan que sería mejor pagar un servicio de seguridad o contar con presencia policial durante estos horarios.

El ladrón quedó registrado en las cámaras de seguridad y, además, robó el auto de una policía, por lo que es probable que lo atrapen pronto.

Pero yo sigo sin poder olvidar lo que pasó. ¿Y si hubiera salido de mi auto unos minutos antes?
Tal vez la que habría sido atacada… habría sido yo.

Hoy sentí un miedo que nunca antes había experimentado.

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Para consejos sobre seguridad, visita Ministerio de Seguridad
https://www.argentina.gob.ar/seguridad

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